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Miguel Gutiérrez es el director gerente del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) desde el pasado mes de octubre. Charlamos con él para conocer cómo está siendo la experiencia y que objetivos de futuro tiene para el CITA.
Aunque en mis años profesionales he estado en contacto con muchos de los actores y actividades que se han llevado a cabo en el CITA, debo de reconocer que está siendo una experiencia muy enriquecedora y espero que pueda devolver al CITA toda mi experiencia y trabajo en el sector de la agroalimentación. Poco a poco voy conociendo más profundamente las líneas de trabajo que se están llevando a cabo en cada uno de los departamentos y unidades. Es muy difícil tener una perspectiva real del trabajo que se está llevando a cabo en el CITA si no estás en contacto directo y profundizas con cada uno de sus proyectos e investigadores que lo tutorizan.
Quiero destacar también que no solo la parte de investigación si no también la de acompañamiento y control, unidades de personal, gestión, comunicación y proyectos hacen a este centro un verdadero referente en el mundo de la investigación aplicada y de la transferencia del conocimiento agroalimentario.
El sector agroalimentario ha cambiado profundamente es estos últimos 30 años y han sido muchos aspectos los que han influido, la tecnología que impregna hoy todos los ámbitos, el cambio climático que nos hace más volubles, la globalización que hace que tengamos que buscar nuevas alternativas y estructuras que se enfrenten mejor a estos desafíos.
Pero lo que no ha cambiado es la necesidad continua de comunicación y contacto entre los profesionales agrarios y sus estructuras con la investigación aplicada y la transferencia del conocimiento. Este aspecto ha estado muy desatendido por las administraciones y ha sido una necesidad exigida por Europa, la creación y desarrollo de redes de conocimiento que pongan el valor en el territorio y en sus productores e industrias agroalimentarias.
Hemos tenido la oportunidad de crear vínculos con el sector y estrategias de comunicación que sirvan para orientarle en su día a día y eso en estos momentos es más que necesario.
Tengo que agradecer haber podido disfrutar del trabajo unido al territorio y con sus actores principales y ser capaz de acompañarlos en sus necesidades para poderlos orientar y a la vez contagiarlos de la necesidad de conocimiento que les hace mejores profesionales en un momento como comentaba muy necesario.
Debemos de estar donde está el sector, donde se relaciona y donde intercambia sus conocimientos. A veces pensamos que jornadas de este tipo no aportan un valor inmediato y es quizás cierto, pero el propio sector se relaciona de esta manera tan simple y espera encontrarse con profesionales que le puedan aconsejar o simplemente visualizar sus empresas.
Por una parte, participar en eventos como la Jornada Cultiva le brinda al CITA la oportunidad de aumentar su visibilidad y difundir los resultados de sus trabajos y proyectos en el sector agroalimentario, pudiéndoles ayudar a establecer futuras colaboraciones con otros agentes del sector y atraer posibilidades de futuras investigaciones.
Además, Cultiva puede proporcionar un espacio para el intercambio de conocimientos entre diferentes instituciones, empresas y profesionales del sector agroalimentario. El CITA puede aprovechar esta oportunidad para aprender de las experiencias de otros y compartir sus propios conocimientos y avances.
En una jornada con más de 45 empresas, demostraciones de tecnología y espacios de debate reunirá a una amplia gama de participantes, incluidos agricultores, investigadores, empresarios y funcionarios públicos. Participar en este evento puede permitir al CITA establecer contactos valiosos que podrían traducirse en colaboraciones futuras, proyectos conjuntos o incluso oportunidades de empleo para sus investigadores.
Desde que en 1984 se transfirieran las competencias de investigación a la Comunidad Autónoma de Aragón y se creara el Servicio de Investigación Agroalimentaria (SIA), que dependía entonces del Departamento de Agricultura, hasta la creación del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) pasaron algo más de 18 años.
El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), se crea por ley 29/2002 el 17 de diciembre de 2002 para cubrir nuevos campos de investigación y potenciar la innovación tecnológica en los campos de la agroalimentación, sistemas forestales y medio ambiente, y ha dependido durante los últimos 23 años de las Consejerías de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento correspondientes.
En estos momentos vuelve como organismo público adscrito al Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón, sin dejar de estar directamente relacionado con la Dirección General de Ciencia e Investigación del Departamento de Educación, Ciencia y Universidades, como no puede ser de otra manera, pero la relación directa tenía que volver a sus orígenes y vinculada con el propio sector agroalimentario.
Siempre desde mi punto de vista y aunque sea algo que no se pueda visualizar en tan poco tiempo, aportará estructura al sector agroalimentario y forestal del que se ocupa nuestro Centro, y como acabo de comentar, unido a todos los actores que en Aragón se ocupan de la investigación y conocimiento en el territorio.
En primer lugar, Investigación y Desarrollo en primera línea. Investigación avanzada y aplicada en diversas áreas relacionadas con la agricultura, la ganadería, la alimentación y el medio ambiente, con el objetivo final de mejorar la productividad, la sostenibilidad y la competitividad del sector agroalimentario.
En segundo lugar, transferencia tecnológica. El CITA trabaja en estrecha colaboración con agricultores, ganaderos, empresas y otros actores del sector para transferir tecnologías innovadoras y prácticas agrícolas sostenibles, ayudando a mejorar la eficiencia en la producción, reducir los impactos ambientales y promover el desarrollo rural.
En tercer lugar, formación y asesoramiento, mejorando las capacidades y habilidades de nuestro sector agroalimentario facilitando así la adopción de prácticas más eficientes y sostenibles.
Y en cuarto lugar investigando y desarrollando nuevos productos agroalimentarios de futuro, así como en la mejora de la calidad y seguridad de los productos existentes, contribuyendo a la diversificación de la oferta alimentaria y a la creación de valor añadido para los productores.
Los fenómenos económicos, ambientales y sociales y de manera especial los sistemas agroalimentarios, son de naturaleza compleja y se enfrentan a una gran incertidumbre, por lo que es necesario buscar la multi – disciplinariedad en los enfoques de investigación.
Proyectos relacionados con el análisis de los diversos pilares de sostenibilidad económica, social, ambiental y de la gobernanza de los sistemas agroalimentarios; adaptación y resiliencia de los sistemas agroalimentarios y forestales a escenarios de cambio global; análisis integrado de estrategias de salud pública, one health; diseños de sistemas agroalimentarios innovadores, adaptativos en todas las etapas de la producción, transformación, distribución y consumo.
En definitiva, adaptar la estructura de la investigación a las necesidades actuales y a las nuevas prioridades científicas de las distintas convocatorias.
“Tenemos la firme convicción de que cuánto más cerca estás del impacto de una decisión, más acertada es.” Fernando Bagüés García, Director Adjunto de Agromonegros