- +34 678 761 895
- info@jornadacultiva.com
Menu
Tereos Iberia, la industria zaragozana que muchos todavía la conocen con su nombre original de Campo Ebro Industrial, actualmente forma parte de la segunda compañía del mundo en producción de azúcar y la tercera de Europa en almidón.
El origen de esta fábrica se remonta a 1964, cuando Ibercaja, Banco Industrial de Bilbao y el grupo belga Amylum impulsaron a un grupo de empresarios aragoneses para su creación. Entonces comenzó la historia de unas instalaciones que al principio producían almidones y glucosas, y 60 años después han diversificado su oferta obteniendo del maíz (única materia prima que procesa) otros componentes como gluten, isoglucosas o dextrosas (entre otros) que destinan tanto a alimentación humana, como a alimentación animal y mascotas, la industria farmacéutica, el sector de química verde y la industria del papel y el cartón.
Tras seis décadas, la fábrica, ubicada en el barrio del Arrabal de Zaragoza no ha parado de invertir en mejorar todos sus procesos para ser más eficiente, no sólo en el procesado del maíz (actualmente moltura más de 1.100 Tm. al día) para ofrecer a sus clientes una serie de productos casi «a la carta», si no también en otras importantes medidas que han hecho que esta industria sea más sostenible ambiental y socialmente.
La colaboración con Agrarium, empresa referente en el sector de la digitalización agrícola, permite diseñar y ejecutar un ensayo preciso, localizar las distintas tesis, evaluar el desarrollo del cultivo mediante teledetección y medir los resultados a través de un mapa de rendimiento.
Desde sus orígenes, el único cereal que ha transformado la actual Tereos ha sido el maíz convencional que además tiene que cumplir una serie de requisitos de calidad, puesto que uno de sus destinos finales puede ser la alimentación humana o la farmacéutica, donde tanto la normativa europea como los propios clientes tienen unos niveles d exigencia elevados.
En este sentido, a finales del siglo XX, con la introducción del maíz OGM en los campos aragoneses, la empresa se vio obligada a diseñar e implantar un sistema de trazabilidad propio que garantizara que el maíz que entra en la fábrica está exento de contaminación cruzada con maíz OGM (Organismo Genéticamente Modificado). De este modo, Tereos Iberia cuenta actualmente con un equipo de ingenieros agrónomos dedicados al asesoramiento técnico en campo y a la gestión de los agricultores, a los que acompaña durante todo el proceso del cultivo del maíz. Además, la compra del cereal se realiza a la salida del campo, y en tiempos de cosecha, Tereos Iberia se encarga del transporte del maíz desde la finca cosechada hasta los secaderos.
No obstante, uno de los actuales caballos de batalla en Tereos Iberia no es la contaminación del maíz convencional o isogénico por el OGM o transgénico, que han llegado a controlar, sino las micotoxinas que pueden proliferar en el cereal y que son un peligro para la salud animal y humana.
Para evitar la aparición y posterior proliferación de hongos que generen dichas micotoxinas, Tereos Iberia viene colaborando y trabajando en diferentes proyectos de investigación con los que pretende establecer una serie de buenas prácticas que puedan aplicar sus agricultores y proveedores.
Por eso, entre 2016 y 2021 impulsó, junto con la Universidad de Zaragoza y el entonces Parque Científico de Aula Dei un proyecto titulado «Fun & Safe Corn, selección funcional de maíz libre de micotoxinas» gracias al cual elaboró un «Manual de buenas prácticas agrícolas para la prevención de micotoxinas en el cultivo del maíz».
Algunas de estas recomendaciones son evitar dejar el grano maduro en el campo para que no esté expuesto a condiciones climáticas desfavorables o plagas; retirar los residuos de cosechas anteriores; elaborar y mantener un plan de rotación de cultivos para evitar que se siembre lo mismo en la misma parcela durante dos o más años consecutivos; planificar el riego con la dosis y frecuencia de aplicación…
En el año 2023 Tereos comenzó otro proyecto de investigación junto a Intermalta, Geoslab, la Universidad de Zaragoza y la Fundación de Innovación y Transferencia Agroalimentaria, FITA. En esta ocasión el objetivo es desarrollar un modelo predictivo para conocer el desarrollo de hongos Fusarium (en rastrojo) y fusariosis de la espiga de la cebada y de la mazorca del maíz, de manera que se pueda prever la generación de micotoxinas en grano y desarrollar un prototipo de sistema de información que permita alojarlo y explotarlo en la nube. Todo esto, se intentará complementar con la identificación e implementación de alternativas agronómicas que sirvan para prevenir y controlar la fusariosis y, de nuevo, evitar la proliferación de mictoxinas.
En este sentido, desde Tereos Iberia explican “consideramos muy positivo invertir en proyectos de investigación que se lleven a cabo en los mismos campos de nuestros agricultores para que, año tras año, nos ayuden a mejorar en metodologías y técnicas de cultivo que reduzcan el desarrollo de plagas y hongos, tratando de minimizar la aparición de micotoxinas y, de esta manera, asegurarnos la calidad del cereal que entra en Tereos Iberia”, concluye el director del Departamento de Materias Primas, Jorge Páramo, quien añade “para nosotros es muy importante estar cerca del agricultor durante el desarrollo del cultivo porque nuestro objetivo es garantizar el éxito de una buena cosecha”.
Por otra parte, un tercer proyecto de investigación finalizado recientemente, que también ha liderado por Tereos Iberia junto la Fundación de Innovación, Transferencia Agroalimentaria de Aragón, (FITA) con el apoyo de la Agencia Estatal de Investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, ha demostrado una cuestión que hace años generó importantes quebraderos de cabeza: la coexistencia de maíz isogénico y tradicional con el transgénico u OGM es posible, siempre y cuando se lleve a cabo un sistema de control adecuado y determinadas prácticas agrícolas.
El proyecto VATAMA (Valoración y aplicación de herramientas y estrategias no químicas para la prevención de la plaga del taladro en el cultivo del maíz no OGM [Organismo Genéticamente Modificado]), ha demostrado que, siguiendo una serie de medidas para controlar la plaga del taladro (causada por Sesamia nonagrioides y Ostrinia nubilalis) el maíz isogénico o tradicional puede incrementarse en un mosaico de cultivo en el que convive con el transgénico.
Tener una agricultura más sostenible con el medio ambiente es un objetivo que, desde hace décadas, se vienen marcando tanto desde las administraciones públicas (a través de, por ejemplo, la Política Agraria Común) como por parte de muchas empresas.
Además, estas últimas, no sólo se la autoexigen, si no que también lo solicitan a sus proveedores, con el objetivo de demostrar a la sociedad que son entidades que se preocupan por el bienestar general.
Pero al concepto de sostenibilidad medioambiental hay que añadir otros aspectos también vinculados con lo sostenible, como el económico, el social y el laboral.
Por ello, Tereos Iberia forma parte de la Plataforma SAI, cuyo objetivo es garantizar que se trabaja en un sector agrícola sostenible, próspero y resistente que protege los recursos de la tierra, los derechos humanos y el bienestar medioambiental y ofrece valor a sus miembros y a sus cadenas de suministro, cuya misión es aprovechar el poder de colaboración de nuestros miembros para acelerar la adopción generalizada de prácticas agrícolas sostenibles.
La fábrica que en 1964 se creó en el barrio del Picarral, en Zaragoza, cumple ya 60 años. Desde entonces, ha cambiado de nombre y de manos (pasando por Amylum Ibérica y Tate&Lile) hasta formar parte en 2008 del grupo francés Syral, hoy denominado Tereos. Actualmente, el Grupo Tereos cuenta con 48 plantas productivas en los cinco continentes, 22.300 empleados y factura anualmente 4.500 millones de euros, siendo uno de los líderes mundiales en la fabricación de almidones y glucosas.
En la planta de Zaragoza, del maíz se obtienen productos y subproductos utilizados para la elaboración de alimentos y bebidas refrescantes, galletas y mermeladas. También son materia prima para la nutrición animal (piensos y alimentos para mascotas) y alimentación infantil (leches maternizadas), y se emplean también como excipientes y principios activos en productos farmacéuticos (sueros hospitalarios, tratamientos de hemodiálisis…), así como para aplicaciones industriales (papel y cartón, materiales de construcción…).
En 2050 cerca de 10.000 millones de habitantes poblarán la Tierra, cinco veces más que hace cien años, un crecimiento que necesitará de un suministro eficaz de alimento y energía. Con este objetivo, Tereos quiere ofrecer una alternativa sostenible con una oferta de calidad, obteniendo el mayor valor posible de las materias primas agrícolas producidas por sus agricultores y cooperativistas.
Tereos Iberia celebra 60 años liderando en sostenibilidad e innovación en el procesamiento del maíz, comprometidos con la calidad y el futuro de la alimentación y la agricultura.