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La agricultura española se enfrenta al desafío de adaptar sus prácticas de fertilización a las nuevas normativas europeas y nacionales para conseguir mejorar en la eficiencia en el uso de los nutrientes, especialmente la del nitrógeno. La estrategia del “Farm to Fork” (de la granja a la mesa) del Pacto Verde Europeo, el Real Decreto de Nutrición Sostenible, o los planes de actuación en Zonas Vulnerables a la contaminación por nitratos, son los ejemplos más importantes de este nuevo escenario que busca reducir las pérdidas de nutrientes para mejorar la calidad ambiental. Importancia de la fertilización para los cultivos
La fertilización uno de los factores más determinantes para la producción agrícola en la que el agricultor tiene la capacidad de decisión. Es cierto que es una decisión compleja porque la agricultura está altamente condiciona por factores climatológicos como la lluvia, en los cuales el agricultor no tiene capacidad de intervención y afectan directamente a la producción. Un claro ejemplo sería la pasada campaña (2022-2023), donde la falta de precipitación en la primavera redujo significativamente la producción de cereal.
Por lo general, el nitrógeno es el nutriente que más frecuentemente limita la producción, resultando fundamental establecer un buen suministro para conseguir buenas cosechas, pero dadas sus propiedades también es cierto que puede generar pérdidas al medioambiente.
La aplicación insuficiente de nitrógeno puede tener graves consecuencias económicas para el rendimiento de muchos cultivos, mientras que una fertilización excesiva aumenta el riesgo de contaminación ambiental. Actualmente, en los sistemas de producción agrícola, se calcula que una gran parte (alrededor del 50%) del nitrógeno aplicado a los cultivos se pierde al medio ambiente. Las pérdidas de nitrógeno más importantes vienen determinadas por tres procesos: volatilización de amoníaco, emisión de gases de efecto invernadero y lixiviación de nitratos.
Algunos de los factores más importantes a tener en cuenta para realizar una fertilización de precisión son el tipo de abono y sus características físicas y químicas. Las características físicas son fundamentales para garantizar que los mapas de aplicación de nutrientes realmente se efectúan con precisión. Realizar una aplicación con un producto blending (mezcla de distintas materias primas) o con fertilizantes poco homogéneos, impide realizar una distribución correcta de nutrientes en el campo. Para ir a una fertilización más precisa y eficiente hay que utilizar fertilizantes complejos. En las propiedades químicas del fertilizante, es importante evaluar qué cantidad de nutrientes aporta, su solubilidad y disponibilidad para el cultivo y si incorporan tecnologías que permitan hacer un uso más eficiente de los nutrientes, especialmente el nitrógeno.
En EuroChem, ponemos a disposición del agricultor los fertilizantes ENTEC®, que destacan por su alta calidad físico-química, dónde la “cantidad” y “calidad” de nutrientes marcan la diferencia. Además, incorporan los inhibidores de la nitrificación más eficientes del mercado, que son el DMPP y el DMPSA. Esta combinación hace que se consiga una alta eficiencia en el uso del nitrógeno, incrementando la disponibilidad para el cultivo y traduciendose en mayores rendimientos.
Hoy en día, la mayoría de las decisiones de fertilización se basan en experiencia previa o intuición del agricultor y en algunos casos se utilizan las extracciones del cultivo, pero muy pocas se basan en datos cuantitativos. Una buena alternativa para determinar las mejores estrategias de fertilización sería tener información histórica de la respuesta del cultivo a la fertilización con distintas condiciones climáticas. De este modo, se podrían calcular las probabilidades de acertar con la estrategia de fertilización más eficiente y rentable.
El problema reside en que la información local es muy costosa de adquirir porque requiere una gran inversión de recursos para poder evaluar diferentes estrategias de fertilización en una misma campaña. Y, además, es muy difícil de analizar porque hay que intentar eliminar el efecto de la variabilidad natural de los suelos. Por eso, lo ideal sería disponer de un gran número de ensayos que permitan obtener datos fiables de las estrategias de fertilización mejor adaptadas a cada zona de producción.
En EuroChem investigamos para determinar las prácticas de fertilización más eficientes en cada zona agroclimática. De hecho, en España se han implementado 94 ensayos “on-farm” en cereal de invierno en el periodo 2020-2023 con el objetivo de optimizar las recomendaciones de fertilización.
“Tenemos la firme convicción de que cuánto más cerca estás del impacto de una decisión, más acertada es.” Fernando Bagüés García, Director Adjunto de Agromonegros